UN IMPARCIAL VISTA DE DEVOCION ADMIRABLE DE LOS 7 DOLORES DE MARIA SANTISIMA

Un imparcial Vista de devocion admirable de los 7 dolores de maria santisima

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Inmaculado María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste Cuadro el momento cumbre de su pasión; Tú misma asimismo te notaríVencedor morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor.

Alá mío, meditando vuestros dolores y los de vuestra Santísima Raíz, te ofrezco estas oraciones para vuestra longevo cielo, y pido me obtengas las gracias necesarias para ilustrarse de Ella la conformidad amorosa con tu santa voluntad.

He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la ventura eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.

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Cuantas son vuestras miradas, tantas son las espadas que traspasan vuestro cándido y enamorado corazón; cuantas llagas veis en el cuerpo de vuestro Hijo, tantas heridas se imprimen en vuestra alma; cuantas espinas traspasan las sienes de Jesús, tantas son las saetas que hieren vuestro tierno pecho; y clavada os recibidoráis con Jesús, Él en el cuerpo, y Vos en el alma.

Los siete dolores de la Doncella María son momentos de profundo sufrimiento que experimentó durante la vida de Jesús. Estos dolores son:

Al pie de la cruz la Inexplorado María, perfectamente unida a su Hijo, pudo compartir de modo singular la profundidad del dolor y del amor de su sacrifi cio y nadie mejor que Ella puede enseñarnos a amar la cruz.

Santísima Virgen adolorida, María Madre de Jehová y SeñYa nuestra, aunque indigno de estar en presencia de vuestro virginal acatamiento, movido de vuestra piedad, y con deseo de serviros, renuevo el afecto y voluntad con que os invoco como patrona, madre y abogada mía, y firmemente propongo de amaros y serviros en todo lo que me Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo quede de vida: y os suplico por la Crimen que derramó vuestro amantísimo Hijo y por vuestros dolores, que os dignéis admitirme por hijo vuestro, y me alcancéis Agudeza para que de tal forma obre en estos siete díGanador que dedico a la memoria de vuestros dolores, que todos mis pensamientos, palabras y obras se dirijan a longevo cielo de Todopoderoso y vuestra; y es mi intención rogar y suplicar a su divina Majestad por el buen gobierno y aumento de la santa Madre Iglesia católica romana, paz y concordia entre los Príncipes cristianos, extirpación de las herejíTriunfador, exaltación de la santa Confianza católica, y por nuestro católico reino.

“Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.

Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.

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Es por eso, que debemos rezar esta Coronilla de los 7 dolores de la Casto con mucho simpatía y fervor, y no separarnos nunca de su aprecio cariñoso.

Los siete dolores de la Casto que meditamos especialmente en el rosario llamado Vencedorí, son los siguientes:

Veamos lo que dice el Papa Pio XII con motivo de la celebración del año Mariano de 1954, en referencia a las lágrimas de la estatua de Siracusa:

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